Friday, April 11, 2008

Todo puede cambiar con una mirada, un gesto insignificante para otros. Dicen que los detalles hacen la diferencia. Si observamos cuidadosamente cada contracción muscular por mínima que sea, si miramos las pupilas, los pequeños cambios en la dirección de la mirada, los movimientos del cuerpo, su nivel de tensión, el nerviosismo de las manos, el movimiento de las piernas o los pies, lo erguido de la espalda. El cuerpo puede decir mucho más que unas palabras. La interpretación puede fallar, pueden haber gestos que parecerían contradictorios, sin embargo todo se reduce a conocer a la persona. Después de que logramos eso, es cuestión de leerles como un libro abierto. El códice está en la historia, los antecedentes y algunas predicciones. No se puede olvidar que siempre hay lugar a las fallas, a los cálculos imprecisos, o a la irracionalidad.

El leer a alguien sirve para cosas variadas. Aveces te permite comprenderlos mejor, a veces te sirve para conocerlos mejor y en otras ocasiones es simplemente un dato curioso.

Me gusta saber a lo que me atengo. Me gusta saber dónde estoy parada y como va la situación. Me gusta la información y el conocimiento. Sin duda son armas poderosas, pero sobre todo son útiles para monitorear [no está relacionado con hacer monitos] los eventos cuando se van desarrollando y posteriormente para poder crear algún tipo de predicción a futuro. Así, conociendo la mayor cantidad de las cartas sobre la mesa se pueden adivinar cuales son las que faltan y porque lo hacen.

Esta noche me encuentro estirada entre dos sentimientos. Uno de tristeza egoísta, la otra de felicidad por los eventos que eran necesarios. La vez pasada la situación me tomó desprevenida, no lo esperaba y por tanto no estaba preparada, no sabía como responder y ante eso no me quedó más que aventar lo todo y volverme una masa de sentimientos inconexos. Ahora, me encuentro en una situación mucho menos fuerte, pero sin embargo, sé que esperar. Todo ha sido contemplado en algún grado y por esto me da mucho gusto que se haya dado la situación.

No deja de calarme, no soy el témpano de hielo que alguna vez fui. Pero agradezco eso, he disfrutado mucho de vivir y sentir nuevamente. No sabía que me sentía muerta por dentro, pero ahora sin duda sé que lo estaba. El mundo se ha pintado de verde otra vez, con un futuro que no sólo consiste en posibilidades laborales o académicas, sino que también están las que nos dan ese plus. Y ese plus es lo que los artistas intentan retratar en su medio de preferencia, y que llega a nosotros conceptualmente, lo cual lo corrompe desde su origen. Las emociones y sentimientos sólo se pueden sentir y cualquier intento de racionalizarlos es una medida que corrompe su esencia.

1 Comments:

Blogger vicz@p said...

(F) Nunca has sido un témpano de hielo. Espero que nunca lo seas, porque eso es lo hermoso de tu persona. V.

Friday, April 11, 2008 at 10:01:00 AM CDT  

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