Monday, December 01, 2008

In-D

Las apariencias engañan. La primera vez que te vi te taché de...¿de que te tache? No, simplemente te ignoré. No te tomé en cuenta hasta varías horas después cuando ya no podía negar la presencia de otra persona en la sala. Llevaba ya un par de semanas acosando a un chaval nada mal parecido, pero sin duda después de unas cervezas tu le dabas un aire. Vaya, hasta el cabello lo llevaban igual. Resultó que me percaté que coincidían un poco más nuestros gustos musicales, y después de unas horas decidí que no era tan terrible tu compañía. ¿Irónico no?

0 Comments:

Post a Comment

<< Home